Donostia es siempre una buena idea. Es una ciudad perfecta para vivir, disfrutar y sobre todo invertir. Hemos nacido y crecido en ella y hemos sido testigos directos de su transformación. Hoy es una ciudad moderna, cosmopolita, en constante movimiento, con muchas referencias francesas y europeas debido a su ubicación pero con profundas raíces tradicionales. La historia y la vanguardia han sabido llevarse bien para ir de la mano y lograr convertirse en lo que es hoy San Sebastián, una de las ciudades más codiciadas del mundo.
Su calidad de vida, sus playas, su gastronomía, su cultura, el turismo han conseguido que Donostia tenga un sitio preferente en el mapa mundial y que se hable de ella en todo el mundo. Y a la vez, ha sabido conservar la sensación de sentirse en casa mientras se camina por sus calles.
Cuando decidimos emprender con SIETE PUERTAS mobiliaria, tuvimos claro que tenía que ser en nuestra ciudad; porque la conocemos a la perfección y porque es un valor seguro en inversión inmobiliaria. Hemos sufrido varias crisis económicas en nuestra ciudad, San Sebastián, y el precio de la vivienda y los locales se ha mantenido razonablemente estable en comparación con el resto de las ciudades españolas. Sobre todo la zona llana de Donostia.
Ahora, en mitad de una crisis sanitaria mundial sin precedentes, y con los efectos negativos que ya se está produciendo en la economía mundial, el mercado inmobiliario en San Sebastián se sigue moviendo sin muchas sorpresas. Los inmuebles que están en precio, se siguen vendiendo rápidamente con negociaciones de cierre que oscilan entre los 5.000€ y 10.000€ respecto al precio de venta. San Sebastián es siempre una buena idea para vivir y para invertir.
Si algo determinó la verdadera esencia de la ciudad fue durante la Belle Époque convirtiéndose en ciudad turística y de veraneo de la clase burguesa. Estamos hablando de finales del siglo XIX, principios del XX.
Tras la muerte del rey Alfonso XII, la reina María Cristina, enamorada de la ciudad, decidió veranear todos los años residiendo en el Palacio de Miramar. Poco antes de su muerte, el Ayuntamiento de San Sebastián, la nombró Alcaldesa Honoraria y dio nombre al principal hotel de la ciudad, el Hotel María Cristina.
La Belle Époque nos recuerda porqué el precio de la vivienda en San Sebastián es de los más caros de España. Solo por detrás de las mejores calles de Madrid y Barcelona. Hoy en día sigue siendo una ciudad aburguesada.
Durante la Guerra Civil y la dictadura perdió algo de glamour que fue recuperando con el paso de los años gracias, entre otras cosas, al Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
En octubre de 2011 ETA anuncia el cese definitivo de la actividad armada. Fue entonces cuando el turismo crece imparable, llegándose a convertir en el sector más importante de Donostia. El boom lo vivimos en 2016, cuando nombraron a San Sebastián como capital europea. Jamás habíamos visto la ciudad así. Con tanta gente. Y tanta demanda turística, necesitaba una mayor oferta en los servicios. Así, vivimos la llegada de personas y familias de otros países en busca de una vida mejor. Lamentablemente, fueron los primeros en ocupar puestos con condiciones precarias. Se tenían que buscar la vida en una ciudad aburguesada. Fue entonces cuando aprendimos a convivir, mejor o peor, las distintas clases sociales con el choque cultural que supuso.
Todo apunta a que, tras la dichosa pandemia, San Sebastián seguirá siendo una buena idea, para vivir y para invertir.
Como reza la letra de la marcha de San Sebastián, el día grande de la ciudad sin lugar a dudas:
… “Sebastián bat bada zeruan
Donostia bat bakarra munduan
Hura da santua
ta hau da herria
Horra zer dan gure Donostia”…
… “Hay un Sebastián en el cielo
Un único San Sebastián en el mundo
Ese es el santo
Y este es el pueblo
¡He ahí lo que es nuestro San Sebastián” …